TIP: ¿Qué tanto te fascinan las turquesas?
Las turquesas son sin duda una de las piedras más buscadas en Farfalla. Tenemos cierta fascinación con ellas ya que dependiendo de su acabado pueden ser usadas para crear una pieza de gran elegancia o una muy bohochic. La palabra «turquesa»‘ deriva del francés pierre turquoise, que significa «piedra turca». Se piensa que esto surge de una confusión, ya que en Turquía no hay turquesas, pero eran comercializadas allí, y por esto la gema fue asociada con ese país.
La turquesa fue una de las primeras piedras sempreciosas en ser extraída. Actualmente se encuentran en España, Iran (abastecerdor más importante), Sinaí, Estados Unidos y China. Otros lugares en donde se explota este mineral son Afganistán, Australia, Chile y Turkestán.
Las turquesas han sido utilizadas a lo largo de la historia en muchas civilizaciones antiguas como Egipto, Incas, Aztecas, Persas. Se pensaba que cambiaba de color de acuerdo al estado de salud de quien la usaba y lo protegia de fuerzas malignas. Actualmente se cree que la mano que lleva una turquesa jamás sera pobre y aporta calma interna. Se le conoce como la piedra de la alegría, el bienestar y la protección y siempre se ha utilizado como amuleto.
La pureza de color es el factor determinante del valor de una turquesa. En general, el color más apreciado es el azul decreciendo el valor con el incremento de matices verdosos, el desvanecimiento del color y las manchas.
La roca madre en la cual se encuentra la turquesa algunas veces puede ser vista como una mancha irregular o como una red de vetas marrones o negras que surcan la piedra. Estas vetas pueden aumentar el valor de la piedra, o disminuirlo. La uniformidad del color, el brillo y la simetría de la piedra es muy apreciada.
Las turquesas pueden ser tratadas de diversas formas, pero el más aceptado es aquel que mediante la aplicación de cera o aceite se mejora la coloración y el lustre de la gema: si ésta es de alta calidad, absorbe poca cera o aceite, y la turquesa no necesita de este tratamiento para conservar el color y belleza. Ante la igualdad de todos los factores, la turquesa que no ha sido tratada siempre será la más cara.
Exposiciones prolongadas a la luz solar pueden decolorar o deshidratarla. Deben tomarse ciertos cuidados cuando se utiliza como joya: los cosméticos, incluyendo los bronceadores o protectores solares y el aerosol para cabello deben ser aplicados antes de ponerse los accesorios, y no debe ser utilizada en la playa u otros lugares soleados. Después de su uso, la turquesa debe ser limpiada con un paño suave para evitar la acumulación de residuos, y debe guardarse en un recipiente, aislada de otras piezas, para evitar rayaduras ocasionadas por otras gemas más duras y mejor pulidas.
Fuente: Wikipedia